Armario con apertura abatible. Es el sistema más habitual y clásico. Su sistema de bisagras permite abrir hojas de diversos tamaños y con distintos grados de apertura (hasta 180º) y su apertura es rápida y sencilla, si bien es el sistema que más espacio ocupa. Si no disponemos de un gran espacio, puede que no sea tu mejor sistema. Sin embargo, si tu armario va a tener un uso muy habitual, las puertas abatibles con el tiempo resultan mucho más cómodas que otros sistemas.
Armario con puerta corrediza. Son apropiadas tanto para muebles grandes como para pequeños y donde no queremos que molesten al abrirlas. Siempre queda la mitad del mueble cerrado, pero es ideal para espacios reducidos. Dentro de este sistema encontramos las puertas correderas interiores (en la propia estructura del mueble) y exteriores (ocultando totalmente el armario), y puede instalarse empotrado a la pared o exento a la misma.